Estar sano es aprender a cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente, todo está interrelacionado, el bienestar emocional nos ayuda a formar personas felices, sanas mentalmente con coherencia entre lo que dicen, lo que piensan y lo que hacen, como los mejores fundamentos para afrontar las dificultades y los retos de la vida personales y profesionales.
Después de casi tres años de pandemia, la salud mental de la población joven es una prioridad a nivel mundial. Tal y como se describe en el ODS 3 debemos «Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades». En esta línea, la OMS establece las directrices sobre las intervenciones de promoción y prevención en materia de salud mental destinadas a adolescentes: estrategias para ayudar a los adolescentes a prosperar (Directrices HAT). Se recogen las principales recomendaciones destinadas a contribuir a la consecución del ODS 3 y el ODS 10: «Reducir la desigualdad en los países y entre ellos» centrándose en la población adolescente y joven.
La etapa adolescente comienza entre los 11-13 y puede durar hasta los 19-21 años. Por eso, es necesario realizar acciones de promoción de la salud mental y prevención en diferentes fases de la adolescencia, acompañando el desarrollo evolutivo de la población joven. El programa propuesto centra su intervención en la población joven universitaria con el fin de afianzar los factores de protección desarrollados en etapas anteriores y promover hábitos de vida saludables y potenciadores de una buena salud mental.